Tributación II
Abstract
La tributación de un país es producto de su historia y nosotros, es decir, aunque los antiguos
sistemas tributarios de los incas y de la colonia hayan desaparecido como instituciones,
prevalece en el pueblo actual la exigencia que acepte la tributación moderna.
Para comprender mejor la historia de la tributación en nuestro país, debemos tener presente
que está marcada por dos momentos diferentes: antes y después de la llegada de los
españoles, teniendo esta perspectiva el desarrollo del proceso, a través del cual el Estado recibe
bienes para cumplir con las funciones que les son propias, fue distinta en ambos periodos.
La actual tributación que tiene nuestro país data de hace poco tiempo en la que el principal
impuesto, es el Impuesto a la Renta, en su concepción reciente no llega a tener cincuenta
años, siendo así la triada política tributaria-sistema tributario-administración tributaria constituye
al igual que en la mayoría de países la base de tributación en el Perú hasta la actualidad, siendo
esta la actividad mediante la cual los ciudadanos responsables entregan parte de su ingreso al
Estado para el financiamiento de las funciones y servicios públicos, siendo como consecuencia
de la pertenencia a una comunidad política y una contribución al mantenimiento de la vida
colectiva.
El impuesto a la renta se configura como un tributo directo, de carácter natural y subjetivo, que
grava la renta de las personas. En otras palabras, se trata de un impuesto que grava la renta o
ganancia que se ha producido a partir de una inversión o de la rentabilidad de cierto capital. Se
puede tratar también del producto de un trabajo dependiente o independiente. En términos más
sencillos, el impuesto a la renta es un tributo que, como ya se ha dicho, grava las rentas o
aquellos ingresos que se configuran como utilidades o beneficios. Estos ingresos provienen de
una cosa o actividad, constituyéndose la renta, a partir de todos los beneficios, utilidades e
incrementos de patrimonio que se perciban o devenguen, cualquiera sea su naturaleza, origen
o denominación.
Este impuesto encuentra su origen en la Edad Media, a fines del siglo XVIII, bajo la forma de
aduanas y sucesiones. Lo anterior surge en Europa, más específicamente en Inglaterra, cuando
se estableció el cobro de un impuesto extraordinario que tenía como fin cubrir los costos de
necesidades excepcionales. Esta práctica fue luego transmitida y asumida por otros países,
donde no fue asumido como un impuesto de cobro temporal, sino que se implantó como
un cobro permanente.
En este informe desarrollaremos de cómo y dónde se origina el proceso de imposición a la
renta, llegando a la conclusión del entendimiento y concientización de los ciudadanos sobre la
relevancia de la recaudación tributaria para el crecimiento de nuestro país.
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