Habilidades de los médicos residentes y especialistas al comunicar malas noticias a pacientes en un establecimiento de salud de tercer nivel, 2019
Abstract
La entrega de malas noticias es uno de los mayores retos que debe enfrentar el médico en su rutina diaria, proceso que al no realizarse de manera asertiva puede tener un impacto nocivo en el paciente y familiar; y ser el desencadenante de conflictos legales. En este estudio se buscó describir las habilidades que emplean los médicos residentes y especialistas a la hora de comunicar malas noticias. Se encuesto a 59 médicos del Hospital Regional de Loreto, durante el mes de junio del 2019, a través de un cuestionario auto-administrado basado en el protocolo SPIKES. El estudio encontró, que este proceso es desarrollado con aspectos positivos y negativos. Dentro de los aspectos positivos destaca el uso de espacios privados para comunicar malas noticias en el 71,2%, la exploración de “cuanto sabe el paciente sobre su condición médica” (62,7%) y el uso de un “lenguaje claro y sencillo” para su comunicación (62,7%); además de pausas para responder a las preguntas del paciente (84.7%) y asegurarse de su comprensión (94,9%). Sin embargo, dentro de lo negativo se encontró que el 71,2% de los médicos residentes y especialistas no respetaron los deseos del paciente al comunicar una mala noticia. Siendo este porcentaje mayor entre los médicos especialistas (39%). Concluyendo en la necesidad de incluir el aprendizaje de habilidades en comunicación de malas noticias a pacientes y familiares a nivel de pregrado y durante el primer año del residentado médico como parte de su entrenamiento para adquirir mayores destrezas. The delivery of bad news is one of the biggest challenges that the doctor must face in his daily routine, a process that, if not done assertively, can have a harmful impact on the patient and family; and be the trigger of legal conflicts. This study sought to describe the skills employed by resident doctors and specialists in communicating bad news. 59 doctors from the Hospital Regional of Loreto were found during the month of June 2019, through a self-administered questionnaire based on the SPIKES protocol. The study found that this process is developed with positive and negative aspects. Among the positive aspects, the use of private spaces to communicate bad news in 71.2%, the exploration of “how much the patient knows about his medical condition” (62.7%) and the use of “clear and clear language simple” for communication (62.7%); In addition to pauses to answer the patient's questions (84.7%) and ensure their understanding (94.9%). However, within the negative it was found that 71.2% of resident doctors and specialists did not respect the patient's wishes when communicating bad news. This percentage being higher among medical specialists (39%). Concluding on the need to include learning skills in communicating bad news to patients and families at the undergraduate level and during the first year of the medical residency as part of their training to acquire greater skills.
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